Descubriendo a Sabato

Era el año de 1994, cursaba noveno grado de secundaria y la profesora de literatura y lenguaje desarrollaba el plan curricular de la materia, literatura hispanoamericana contemporánea. Ya habíamos leído entre otros autores a Rubén Darío con su libro Azul, García Márquez con Cien Años de Soledad, Mariano Azuela con Los de Abajo.

Cuando, la profesora nos dio el titulo del siguiente libro, El Túnel de Ernesto Sabato, nunca pensé que descubriría uno de los escritores ensayistas más grande de Latinoamérica.

El Túnel es una novela ensayo, de género mixto, que narraba la historia de un hombre desesperado, que había cometido un crimen. Juan Pablo Castel estaba obsesionado con María Iribarne, quien era una mujer casada con Allende, quien era un hombre ciego y mayor que ella.

La historia desnuda la psicología de los personajes, mostrando el lado más íntimo y existencial de los seres humanos, inclusive lleva a dudar si por el amor se justifica la locura y todos los crímenes que pueda desencadenar el desamor.

Sabato vivió 99 años. Abandonó este mundo plagado de locura, el 30 de abril del 2011, siempre quiso ser eterno, vivir una cantidad razonable de años, mil o dos mil.

A Sabato hay que leerlo, y descubrir lo humano de su literatura, aquella que no teme, ni temió nunca, revelar la verdad interna de las emociones en el entramado de las relaciones humanas.